Bienvenidos al XXII Congreso de la Sociedad Española de Antropología Física
En septiembre del presente 2022 se celebrará, por fin, nuestro XXII Congreso de la Sociedad Española de Antropología Física. La pandemia alteró todos los planes previstos y ante la incertidumbre acerca de la evolución del número de infecciones nos vimos obligados a aplazar el evento, previa consulta con los socios, que de forma casi unánime estuvieron de acuerdo porque suponía un importante riesgo de contagio.
Tendrá lugar en Tenerife, tierra con un importante recorrido en el campo de la Antropología Física, pues siempre llamó la atención el exotismo de la morfología de los guanches y las costumbres de aquellas gentes que habitaban la isla en el momento de su conquista y el fin de su cultura muy a finales del siglo XV. Los guanches, tan aislados, se tuvieron que adaptar a una edad de piedra forzada al carecer las islas de metales, y su resistencia a la conquista, y sobre todo sus momias, llamaron desde el principio la atención de los curiosos y los sabios.
El médico Juan Bethencourt Alfonso fundó en Santa Cruz el Gabinete Científico en 1877, que estuvo dedicado al estudio de aquella enigmática población aborigen. Era la época del comienzo de la raciología, de modo que resultó inevitable la relación con los hallazgos de restos del Paleolítico, que entonces se estaban llevando a cabo en Francia y que los sabios antropólogos de ese país respaldaron con entusiasmo y pretendieron encontrar algo así como un eslabón superviviente. Desde entonces han sido muchos los investigadores los que han trabajado en la Antropología Física de Canarias, tarea que continúa ahora en el Instituto Canario de Bioantropología de la mano del organizador de este Congreso, el doctor Conrado Rodríguez- Maffiotte Martín.
Muy poco tiempo antes, en 1865, tomó carta de naturaleza la Antropología Física en España gracias al doctor González de Velasco, que fundó la Sociedad Antropológica Española en su casa de Madrid y en 1875 el Museo Antropológico, también en su casa. A partir de entonces se sucedieron una serie de intentos, en su mayoría fallidos, de instaurar como disciplina la Antropología Física en el seno de la universidad española, hasta que en 1892 se creó la primera cátedra en la Universidad Central de Madrid que condujo al cisma entre naturalistas y médicos, muy presente hasta hace poco tiempo. Durante casi un siglo se ha mantenido en las facultades de Ciencias Naturales primero y de Biología después como algo propio y privativo, no siempre positivo, pero en fechas más recientes se ha abierto con gran dinamismo a otros estudios y especialidades.
Al decaer la raciología como método para la clasificación de los humanos, la disciplina se ha visto inmersa en altibajos demasiado frecuentes, hasta que en 1975 se fundó la Sociedad Española de Antropología Biológica, nuestra Sociedad, que ahora se llama Sociedad Española de Antropología Física. Es el vehículo de contacto y comunicación entre colegas e interesados en la temática de estudio tan amplia de algo como es el humano y los humanos, y eso se consigue gracias a la celebración de Congresos, como este XXII Congreso de la Sociedad, y de la Revista Española de Antropología Física, que mantiene la conexión entre todos con una gran eficacia.
En fechas recientes se amplió el espectro con la creación por el Consejo de Universidades del Área de Conocimiento de Antropología Física (028), si bien ya se encontraba en los descriptores de la UNESCO. El contar con un área de conocimiento propia hizo posible su expansión al tener descriptores específicos que permiten la adscripción de sectores del conocimiento, entroncarse con disciplinas afines e interactuar con nuevas posibilidades de investigación y docencia en un mundo multidisciplinar.
Hoy se puede certificar la pujanza de la Sociedad a través de las publicaciones en medios científicos del más alto nivel, con la expansión de los contenidos y la aplicación a campos ahora en auge, como la Genética Humana, la Paleopatología o la Antropología Forense.
Por la dedicación y entusiasmo que pone el Comité Organizador, es una apuesta segura el afirmar que este XXII Congreso de la SEAF será un éxito en lo científico, en la promoción de la unidad y el compañerismo entre los antropólogos físicos, y en el aspecto lúdico y cultural, tan grato siempre en la isla de Tenerife.
Un saludo a todos.
Miguel C. Botella
Presidente de la SEAF